Todo el mundo hace entradas interesantes/recopilatorias/nostálgicas con motivo del fin de año. (¿Se dan ustedes cuenta de que es la primera década completa que vivo? Es una gilipollez enorme, pero como dato queda guay) Realmente creo que este año merece un repaso a fondo, al menos por mi experiencia. En enero viajé a Londres , una ciudad que siempre quise visitar y que de siempre me ha llamado muchísimo la atención. A pesar de toda aquella maldita ola de frío que paralizó Europa (ya va a ser tradición) logramos coger un avión y aterrizar sin problemas en Heathrow . Visité los lugares más emblemáticos de la ciudad, me pedí una jarra de cerveza inabarcable que no pude terminar, conocimos a gente, nos reimos y dediqué toda una mañana a meterme con el horrible y espantoso bolso de mi profesora. Visité Windsor y Oxford y allí vi la casa del profesor Tolkien, una de las personas que más admiro por ser autor de una de las historias más bonitas que he leído (si no la mejor) y entré en un...
Ya sabréis de mi vida cuando publique yo misma mi biografía no autorizada, hagan una peli basada en ella y termine podrida de dinero. Hasta entonces paciencia.