A veces la gente hace que note perturbaciones en la fuerza
Ayer, estaba entregándome en cuerpo y alma a una de las tareas más nobles y ancestrales tareas del ser humano: Hacer el vago. Y, en menor medida, hacía honor a ese refrán que dice "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy"
Entonces, mi madre me envió a comprar el pan, perturbando mi paz. Salí, cumplí mi misión y emprendí el camino de vuelta a mi fuerte, con tan mala fortuna que me encontré con mi vecina-hormiga. Una mujer de 78 años que es mucho más bajita de lo debido y que puede cargar con 15 veces su peso. En esta ocasión cargaba con cuatro bolsas por brazo. Yo quería huir, quería escapar de semejante emboscada en el propio portal de mi casa. Pero en el tiempo que tardé en encontrar las llaves, la mujer-hormiga me había alcanzado
-¡Ay, nena!, ¿de dónde vienes?
-Vengo de cazar mamuts para alimentar a mi tribu. ¿No ves la bolsa con la barra de pan? De comprar el pan
-Bueno, pues ayudame a subir estas bolsas, que vengo malísima.
-Vengo de cazar mamuts para alimentar a mi tribu. ¿No ves la bolsa con la barra de pan? De comprar el pan
-Bueno, pues ayudame a subir estas bolsas, que vengo malísima.
Entendamos por "ayudar" que me dio a mí 6 bolsas y ella subió la del pan y el periódico.
-Pues no veas, hija, he estado en el ambulatorio y me han dicho que tengo la tensión un poco alta, pero le dije al médico que el otro día me dio un bajón y que me dolía el lado de aquí... ¿me miras?
-Sí, sí. Voy a pedirle permiso a Houston para virar con todo esto.
-Y me ha dicho que tengo que hacer una dieta muy estricta que me ha apuntado en este papelito que llevo en el bolso....
-¿Quiere que se lo lea?
-No, no. Que yo no pienso pasar hambre en los años que me quedan. Que haga dieta su madre.
-...
-Pero es que me duele todo horrores ¿eh?
-...
-Y es que encima los jóvenes me ven cargada como una mula y ni me ayudan ni nada. Yo cargándolo todo con estos dolores que tengo. Que es que no hay vergüenza. Eso cuando yo tenía tu edad no pasaba, se respetaba a los mayores y se les ayudaba sin rechistar. Que es que esta juventud está tan mal educada y tan consentida. Hambre tenían que pasar. Es que vaya, hay que ver lo que me duele esto ¿eh?
-Sí, sí. Voy a pedirle permiso a Houston para virar con todo esto.
-Y me ha dicho que tengo que hacer una dieta muy estricta que me ha apuntado en este papelito que llevo en el bolso....
-¿Las patatas fritas, el salchichón, el tocino y el chorizo para el cocido y los callos se incluyen en esa dieta? ¿Y qué clase de dieta es?
-No lo sé, no veo lo que me han puesto. Que escriben muy chiquitico.-¿Quiere que se lo lea?
-No, no. Que yo no pienso pasar hambre en los años que me quedan. Que haga dieta su madre.
-...
-Pero es que me duele todo horrores ¿eh?
-...
-Y es que encima los jóvenes me ven cargada como una mula y ni me ayudan ni nada. Yo cargándolo todo con estos dolores que tengo. Que es que no hay vergüenza. Eso cuando yo tenía tu edad no pasaba, se respetaba a los mayores y se les ayudaba sin rechistar. Que es que esta juventud está tan mal educada y tan consentida. Hambre tenían que pasar. Es que vaya, hay que ver lo que me duele esto ¿eh?
Parece que estamos ante un caso de quejica de los cojones. Te voy a recetar una gran dósis de "aguántate, coño"
*Traducción libre*
*Traducción libre*
Y encima se refiere a los jóvenes como si yo no estuviese... o aun peor... como si yo no lo fuese. Es muy inquietante.
Y aquí es cuando empieza la dicharachera epístola que va dirigida a ...
los quejicas
Estimado llorón:
En esta ocasión hay pocas cosas que decir. Su caso es insalvable. El hecho de que considere oportuno dar pena a sus interlocutores le incapacita, en general, para superar esa fase infantil de llorar y no actuar. No está de más, sin embargo, advertirle que usted pertenece a un colectivo fácilmente detectable por lo que... su dramática actuación no funciona. Y no despierta compasión alguna, más bien al contrario.
Por lo tanto, dado que está estancado en esa estúpida actitud, lo único que puedo recomendarle es... no, no puedo recomendarle nada. No obstante, las personas que tratan con usted, siempre pueden ignorarle o cambiar de tema sin darle importancia a lo que cuentan. Está claro que su hipersensibilidad se sentirá herida, pero a los que le aguantan y a la que aquí escribe, no nos preocupan sus sentimientos. Desborda sentimientos. Ahoga a la gente con sus sentimientos. Y como ninguno es bueno, pues habrá que atenerse a las consecuencias. Preocúpese un poquito por los de los demás
Cambie el chip, amigo.
Sin cariño ninguno, me despido.
Gy
Vaya, tenemos el caso de la típica abuela cebolleta XDD
ResponderEliminarEs normal que las personas mayores que no tienen mcuha compañía se enganchen a hablar en cuanto pueden, no te preocupes. Y, respecto a lo que dijo de los jóvenes, aunque tiene más razón que un santo, la verdad es que está fuera de lugar que suelte esa diatriba si luego no te agradece que tú sí que la hayas ayudado a ella.
De todos modos, tú y yo somos jóvenes y podemos criticar. Veremos cómo nos portamos el día en que seamos viejecitas doloridas, aburridas, nostálgicas de otros tiempos y llenas de soledad...
Oh, Gy de abuelita tiene que ser terrible. Pobres de sus nietos...
ResponderEliminarY esta entrada me recuerda que debería actualizar, y m estoy acomplejando de pensar en la cantidad de veces que has actualizado mientras yo hacía el vago... U__U
¡Un abrazo de tu geme!
Luthien, cuánto tiempo^^. No juzgo que busque compañía y charla. Lo que me jode es el tema, el tono y la actitud. Además, esta señora no es precisamente una casi-octogenaria abandonada. Y por mucha razón que tenga, esos comentarios se los puede ahorrar. Porque a parte de ser una generalización como la copa de un pino, son ofensivos para la persona que escucha, en este caso yo. Espero que si llego a esa edad alguien me avise si me pongo insoportable.
ResponderEliminarGaz!has vuelto... weheheeee... xD yo no sé cómo seré de abuelita. Ahora sé cómo no me gustaría ser xDDDD
Un beso, gracias por comentar